Hogar dulce hogar
No importa si vives en una ciudad, el campo o la playa. Polución, gérmenes, microbios e impurezas conviven en el entorno de cualquiera y cada vez que llegamos a casa portamos algo de todo eso en nuestros zapatos principalmente.
Si los zapatos se empezaron a utilizar para proteger los pies en el exterior, ¿por qué no proteger el interior de las viviendas de ese exterior?
Lo mismo que no se te ocurriría salir y caminar por la calle con las zapatillas de casa, ¿por qué sigues caminando en casa con los zapatos que utilizas para ir a la calle?
¿Y qué hacemos entonces?
Solucionado: colocamos un par de zapatillas de andar por casa en la entrada.
Pero, esto se complica.
¿Qué hacemos cuando vengan invitados? ¿Les decimos que tienen que quitarse los zapatos?
¿Les permites a ellos estar con zapatos y tú estás en zapatilllas?
¡Vaya dilema!
Para algunas culturas asiáticas lo ven como algo habitual y todos tienen por costumbre descalzarse a la entrada.
Las viviendas japonesas poseen una sección para poner los zapatos que se conoce como "genkan".
En China y en muchos lugares de Asia donde se mantiene la tradición, se usan unas zapatillas especiales para estar dentro del hogar y, muchas veces, hay unas para los invitados.
En cualquiera de los casos, no dejes cada día a la vista tus zapatos ni las zapatillas en la entrada de casa para hacer el cambio cuando corresponda, porque los Reyes Magos sólo vienen una vez al año.
Es hora de renovar costumbres y espacios. Hagamos hueco en la entrada para descalzarnos, para guardar los zapatos de más uso y para los invitados. Muebles zapateros, cajas, cestas hay un sinfín de opciones.
Mi elección es incorporar un asiento tipo banco con espacio interior para guardar como mínimo unas zapatillas para cada habitante, sin llevar al extremo de imposición.
El doctor Jonathan Sexton, director del laboratorio del Centro de Medioambiente, Ciencias de la Exposición y Evaluación de Riesgos de la Universidad de Arizona, considera que quitarse los zapatos antes de entrar en casa es una preferencia personal pero no debería ser obligatoria. Además, aclara que el riesgo para nuestra salud de caminar con zapatos en la casa es relativamente bajo.
Así pues, aunque los microbios se pueden transferir de nuestros zapatos a las superficies sobre las que caminamos, nuestra costumbre no es comparable a la de los japoneses donde el suelo no es sólo para caminar. Ellos hacen sus actividades diarias en él, como comer y dormir.
Quizás la solución, para cuando recibas a alguien en casa, sea tener preparada una caja de papis.
¿Qué opinas tú? ¿Cuál es tu elección?
