Organizando paredes

Estupendo, ya tenemos terminada la puesta a punto de nuestras viviendas, hemos revisado la distribución, restaurado muebles y hasta hemos pintado e incorporado algún accesorio pero, nos falta algo. Estamos organizando y ordenando nuestros hogares y todos los detalles cuentan, ya llegaremos al interior de armarios y cajones.

Nuestras paredes nos piden algo más. Nos están pidiendo a gritos que revises qué tienes colgado, cómo y dónde.
¿Has pensado alguna vez lo que te dicen? ¿Sabías que nuestras paredes transmiten y nos hablan?
La mejor manera para destacar tu personalidad en tu hogar es colgar cuadros. Todo depende de lo que tengamos expuesto. Preciosos cuadros al óleo, láminas enmarcadas, recuerdos de viajes, espejos, dibujos de tus hijos. Sobretodo es una cuestión de los colores pero, también es muy importante cómo estén dispuestos.

Los cuadros también nos sirven para delimitar zonas en las habitaciones o estancias y deben repartirse en un mismo plano visual, proporcional al espacio disponible.

Antes de colgar un cuadro hay que mirar bien qué hay y qué habrá alrededor del propio cuadro y también hay que pensar cuál será su misión y el lugar. De bienvenida a la vivienda. En una escalera o el pasillo de paso. Salón, despachos y dormitorios. Cocinas y cuartos de baño también son buenos espacios para decorar con cuadros. Mostrando la misma gama cromática en una estancia, unificando los colores y estilos de los cuadros obtendrás armonía.

La acción de colgar cuadros requiere paciencia e inspiración y por supuesto, también cariño. Siempre es mejor probar zonas en las que puede ir, se acabó aquello de cualquier sitio vale.
Los cuadros deben estar a la altura de los ojos así pues, también hay que tener en cuenta la altura de todos los habitantes de la vivienda. Lo mismo que si hay niños, es bueno poner a su altura decoración, perchas y algún soporte para colocar los libros.

Aunque no siempre es necesario colgar los cuadros, también podemos apoyarlos en algún mueble para crear en él un foco de atención, e incluso se pueden apoyar en el suelo si son de grandes dimensiones.
Para no agujerear mucho las paredes puedes optar por ponerlos en un soporte para cuadros y hacer composición de alturas dentro del soporte. Lo que te permitirá cambiarlos cada vez que quieras.

Personalmente, a mi me gusta mucho disponer los cuadros manteniendo las formas cuadradas o rectangulares por fuera, a modo de gran marco y por dentro respetar las distintas alturas buscando los mejores huecos y composiciones.
O bien al contrario, manteniendo líneas verticales u horizontales en el centro y que cada cuadro tenga su espacio hasta donde termine sin limitaciones.

Si eres de gustos clásicos, entonces apuesta por el colgado tradicional que consiste en que los cuadros tengan en común el paspartú, el marco y el tamaño. Disponiendo la misma distancia entre ellos y en cualquier caso, te recomiendo que representen alguna forma geométrica, no los alinees únicamente, distribuye el mismo número de cuadros en varias alturas según sea el tamaño. Crearás así, un orden visual que te dará tranquilidad.

Para iluminar un cuadro te recomiendo que coloques el aplique a unos 20 cm por encima de él y para iluminarlo con focos desde el techo, busca que queden a un ángulo de 30° del cuadro.

¿A qué esperas para crear tu propia galería de arte y recrearte en ella?