Barcos II

Continuamos con los preparativos para nuestro viaje en barco y hoy nos centraremos en el avituallamiento.

La compra en el supermercado es un apartado muy importante en la preparación del viaje y se deben calcular las cantidades. Para realizar una compra perfecta necesitamos preparar una lista y previo a ella vamos a organizar el menú que degustaremos durante la travesía.

La lista de las provisiones variará según el destino por la temperatura, la humedad, disponibilidad y precio de los lugares de atraque. Lo más necesario de conocer el destino respecto a lista de la compra, es porque no resulta igual viajar por una costa haciendo paradas cortas donde encontrar establecimientos para reponer, que hacer una ruta larga. Aquí no valen las improvisaciones, sobretodo cuando se trata de largas travesías.

Por otro lado, hay que tener en cuenta el número de personas y también, los consumos medios por persona de agua y comida. Además, es muy importante llevar mucho hielo siempre, recordando que si se va a estar más de un día sin parar en puerto también es necesario llevar una nevera auxiliar destinada únicamente al hielo para que dure más tiempo.

Hay que hacer la lista teniendo en cuenta artículos básicos de primera necesidad, perecederos y caprichos. Básicamente las cantidades de estos artículos irán de mayor a menor en este orden.

Sobre la sección de aseo y limpieza, no faltará papel higiénico, servilletas, gel y champú mejor si vienen unidos para eliminar botes, pasta de dientes, protección solar alta y crema hidratante para después del sol.
Detergentes normales para fregar los cuartos de baño, utensilios de cocina, muebles de madera pero ojo, nunca limpiar la fibra del exterior del barco con lejía porque al darle el sol se pone amarilla, son necesarios productos náuticos específicos.
Para lavar los bañadores, un buen modo es aprovechar el momento de la ducha diaria para no malgastar agua, y así tampoco se necesita incluir detergente en la lista de la compra.

Hay que crear una despensa de líquidos, importante agua embotellada, leche, zumos, refrescos, cerveza y demás bebidas. También de latas de comida, pasta, arroz, cereales, galletas y aperitivos. Esencial es incluir aceite, sal y especias.

Los productos perecederos como fruta y verdura, huevos y carne siempre es mejor comprarlo en pequeñas cantidades porque las neveras de los barcos son pequeñas y a ser posible visitar los mercados locales para reponer. El pescado puede abastecerse pescando.

Sobre el tema de los menús es recomendable que se incluyan alimentos que no necesiten de mucho espacio en la elaboración, presentación y por supuesto, en el momento de su consumo. En un barco son numerosos los momentos en que se come de pie y sin cubiertos. Así pues, planea menús cómodos en todos sus aspectos; piensa también, en menús de dieta mediterránea que sean frescos, sanos y ligeros.

Con un menú y una compra bien planeados tendremos mejores resultados y recuerdos del viaje.